DIA 2: ALEXANDER PLATZ Y ALREDEDORES, NIKOLAIVIERTEL Y HACKESCHE HÖFE

El segundo día nos lo tomamos con más calma y con el mismo frío. Desayunamos el bufé del hotel y nos fuimos a Alexanderplatz, una plaza que quedó en el sector oriental durante la guerra fría. De hecho, la construcción en 1969 de la torre de TV fue una muestra de poder por parte del gobierno de la RDA, la cual con sus 368 metros sigue siendo uno de los edificios más altos del continente. En lo alto de la torre hay un restaurante situado a más de 200 metros de altura con unas vistas panorámicas de la ciudad.

Alexander Platz, Berlín
Alexander Platz

A continuación visitamos el ayuntamiento rojo incluso por dentro, más por calentarnos un poco que porque hubiese un interés real. No obstante, el empleado encargado de custodiar la entrada tras un mostrador de recepción resultó ser un hombre encantador, el cual nos entregó un folleto e indicó gesticulando como un mimo que podíamos pasar. Al salir nos dirigimos hacia Marienkirche (iglesia de santa María), una de las iglesias más antiguas de la ciudad y próximo a ella, supuestamente, la fuente de Neptuno; y escribo “supuestamente” porque la fuente estaba atrapada en un vallado a modo de fortaleza debido a la preparación de otro mercado navideño, así que nos tuvimos que contentar con plantar la cara en un hueco con un ojo cerrado y otro abierto para intuir sus formas, sintiéndome más como una voyeur vecina observando el rellano de su portal a través de una mirilla que como una turista.

Tras hacernos unas fotos en las estatuas de Marx y Engels en el parque homónimo llegamos a Nikolaiviertel (barrio de Nikolai), el barrio más antiguo de Berlín. Las bombas dejaron la zona casi destruída hasta que en la década de los ochenta se reconstruyeron los edificios lo más fielmente posible. Aquí hicimos una parada técnica en el primer café que pillamos para resguardarnos de los 0 ºC y devolver el color a nuestras mejillas. Tomamos café e infusiones reconstituyentes, disfrutamos el máximo posible del calorcito del lugar y nos armamos nuevamente de valor para combatir el frío. Además de Nikolaikirche (iglesia de Nicolás), vimos Knoblauchhaus, una casa barroca cuya visita se hace interesante para acercarte a la vida cotidiana de la burguesía berlinesa. Comimos frente a la catedral, yo un tal bratkartoffeln schweinshaxe, es decir, un codillo con patatas y chucrut que me cementó las paredes del estómago hasta la hora de la cena.

Nikolaiviertel, Berlín
Nikolaiviertel

Terminamos la tarde en los ocho patios modernistas de Hackesche Höfe, cuyos edificios se remontan a principios del siglo XX y fueron restaurados en los años 90. Situados en el antiguo “barrio de los graneros”, estaban destinados a negocios, fábricas, viviendas y espacios para el ocio (cine, bares) y, aunque se trató de retomar este concepto, hoy en día es una zona meramente comercial. En 1972 fueron declarados “monumento histórico”. Junto a Hackesche Höfe no te pierdas las callejuelas y patios de Haus Schwarzenberg, un espacio cedido en los noventa a un grupo de artistas en el que hoy en día se conservan algunos estudios además del café Cinema, un cine independiente y tres museos, uno de ellos en honor a Otto Weidt, un empresario que escondió en su fábrica a varias familias durante la II guerra mundial. El colorido, la luz y el ambiente underground hace de Haus Schwarzenberg un lugar especial.

Haus Schwarzenberg, café cinema, Berlín
Patio Café Cinema

Antes de coger el tren en la estación de Hackescher Markt aprovechamos a darnos una vuelta por el lugar, muy animado con sus puestos de artesanías, bares y restaurantes. En la estación de Berlin Ostbahnhof nos aprovisionamos para la cena, en mi caso, pensaba darme un “atracón” con un yogur natural decorado con fruta natural y cereales.

Tumbada en la cama había un tema que me impedía conciliar el sueño: los pájaros negros de Berlín. Demasiado grandes y demasiado negros para ser palomas. Su tamaño es tal que hay que tener cuidado a la hora de hacer fotos, ya que un sobrevuelo de estos bichos puede tapar media escena de un edificio que estés fotografiando. Estos pájaros son cuervos, muy abundantes en Berlín. A parte de los cuervos residentes, en octubre migra otro tipo desde los países del este de Europa y esto, unido al cielo gris, da a la ciudad cierto aspecto sombrío.

Cuervos de Berlín
«Los pájaros»….
Diario ilustrado de Berlín
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